Tareas de un decano de Medicina. Por Humberto Correa. Setiembre de 2021
Desde el año 2006 hasta abril de 2016 fui decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CLAEH. Nunca había ejercido antes esta función, aunque había tenido una prolongada trayectoria académica, profesional y docente. Había dirigido una cátedra (que colaboré en crear) en la Universidad de la República y también varios centros de tratamiento intensivo. Asimismo, había integrado —como suplente— el Claustro y el Consejo de la Facultad de Medicina de UdelaR y había sido asesor académico del decano profesor Pablo Carlevaro y de la directora del Hospital de Clínicas Dra. Graciela Ubach.
Aunque existen muchas descripciones acerca del papel y funciones del decano en varios ámbitos académicos, la realidad que viví desbordó esos escritos y me obligó a adaptar, desarrollar o mismo crear, aparte de esas, otras funciones o actividades nuevas que fueron necesarias. Con gratificaciones y dolores realicé la tarea.
A la mitad de mi ejercicio (en 2010) tuve necesidad de conceptuar cuáles eran mis funciones en la realidad y más ampliamente cuáles debían ser las del grupo que gestionaba una Facultad de Medicina. Presenté el trabajo a la autoridad del CLAEH. Hoy, 11 años más tarde, tomando aquellas bases, sentí el deseo y la necesidad de poner al día —ya con más experiencia y sedimentados muchos de mis conceptos— qué pensamientos tenía acerca de las cosas tenía que hacer, cómo debía hacerlas un decano y cuál debían ser sus valores y comportamientos. Así surge este trabajo.
(I) Introducción
Todas las instituciones de enseñanza tienen una dirección y esa dirección es la responsable de la puesta en práctica, el funcionamiento y sostén de la educación y el aprendizaje, y sobre todo de la formación integral de los estudiantes y de los docentes.
Las escuelas primarias y los liceos tienen un director y las facultades tienen un decano. En realidad, a todos los iguala el ser responsables de la enseñanza en las instituciones que dirigen y nuestras bases de principios en la Facultad de Medicina de la U CLAEH rezan: “El decano es el responsable académico de la carrera”.
También es la autoridad administrativa máxima. Quien es responsable tiene poderes y deberes. El ejercicio de poderes y deberes obliga al decano a muy variadas actividades, todas ellas realizadas en forma eficiente, coparticipativa, impregnada de humanismo —en especial, en nuestra carrera en que el humanismo es una de sus columnas y motores. La concreción de estas acciones debe encuadrarse en los principios y valores institucionales y esto debe traducirse en sus actitudes y comportamientos.
Por otra parte, al ser responsable debe responder. Y debe hacerlo regularmente, sobre el resultado y consecuencias de sus tareas, a las autoridades superiores de la Universidad a que pertenece esa facultad.
A su vez, la Universidad debería responder ante la comunidad para la cual está creada toda institución educativa, sea académica o no. Pero esto ha sido poco práctico o no se ha encontrado el modo eficiente de hacerlo. En suma, a los responsables se les piden cuentas de los resultados. Y estas cuentas no deben ser rendidas solo a sí mismos.
La estructura de la dirección de las facultades depende de tres factores principales: 1) Los principios, valores y filosofía de gestión que orienta la Universidad que contiene esa facultad, 2) la forma considerada más práctica y eficiente de sostenerse y lograr sus fines en el marco de esos valores y 3) las dimensiones de la casa de estudios de que se trate. No es lo mismo una facultad con 200 alumnos, 180 docentes y solo algunos postgrados que una facultad con muchos miles de alumnos, muy diversos departamentos, cátedras, y otras dependencias y mayor número de relaciones nacionales e internacionales.
La dirección de una facultad puede ser unipersonal, un decano, con asesoría, colaboración y asistencia de organismos variados. O puede ser pluripersonal y formada por un consejo presidido por el decano, también contando con múltiples asesorías y organismos auxiliares.
En ambas modalidades el ente que dirige (decano o consejo) es el único órgano ejecutivo de la institución. En un caso, es más coparticipativo y de trabajo más lento. En el otro caso, es más personal, pero de trabajo más rápido. Pero en todos los casos (uni o pluripersonal) debe haber algún nivel de gobierno y/o participación de alumnos y docentes en la tarea de gestión.
(II) Decanato y otros organismos académicos de gestión universitaria
Tomaré para el análisis el caso de dirección ejercida solamente por un decano (asesorado y ayudado por diversos organismos), como es el caso de la Facultad de Medicina de la U CLAEH. Lo hago porque la conozco bien y su dirección me ocupó diez años. Años que fueron de aprendizaje, toma de conciencia, reflexión, maduración y ejecución de tareas muy diversas.
El decano nunca debe estar, ni está, solo. Es impensable que abarque, piense adecuadamente y resuelva toda la complejísima gestión institucional en soledad. Por ello existen mandos intermedios uni o pluripersonales dedicados a variadas funciones. Los hay de carácter académico y de carácter administrativo.
Organismos principales vinculados a la gestión académica
- a) Secretaria Académica: persona o personas que trabajan junto al decano permanentemente. Colaboran en sus reflexiones, evaluaciones, ideas de cambio y otros aspectos. El decano les delega habitualmente determinadas funciones que su compleja tarea le impide llevar a cabo personalmente. Su labor es colaborar, recibir delegación de funciones e interactuar con diversos sectores institucionales. No tienen función ejecutiva, salvo la que el decano le delegara, y dependen de y rinden cuenta a este.
- b) Asesores Académicos: organismos o personas que asesoran al decano y actúan a solicitud de este ante diversos asuntos y problemas, ya sean emergentes o permanentes. Ayudan a resolver —con su experiencia— diversos conflictos emergentes o complejos, colaboran en discusión de necesidades, elaboración de proyectos, renovaciones, formas de evaluar y otros asuntos. Son, por su preparación o experiencia específica en determinadas áreas, consejeros e interlocutores válidos del decanato. No tienen función ejecutiva, sino de asesoría.
- c) Comités de gestión de sectores y funciones: son organismos que integran la estructura institucional académica con actividades y tareas concretas en determinadas áreas. Tiene funciones específicas establecidas en los reglamentos, referentes a organización y elaboración de proyectos de investigación, educación, evaluación, bienestar estudiantil, interrelación con la comunidad, coordinación curricular (Comité de Coordinación Curricular o CCC) y otros.
El CCC tiene como función específica evaluar, juzgar la estructura, integración, ejecución y propuesta de cambios de los programas educativos de áreas y asignaturas. No tiene función ejecutiva y responde al decanato.
- d) Representantes de estudiantes y docentes: son organismos de naturaleza representativa de los diversos estratos (órdenes) de la casa de estudios. Están compuestos por estudiantes y docentes —juntos o separados— que representan los intereses académicos, problemas, logros y defectos observados o que les preocupan.
También proporcionan ideas e iniciativas referentes a la institución en general. Es decir, hacen propuestas de mejoras o cambios en la facultad y sus relaciones internas y externas debido a su profundo conocimiento experiencial de necesidades y función de su sector específico. En el caso de direcciones pluripersonales (o colegiadas) integran los Consejos Directivos.
Salvo la Secretaría Académica, los otros organismos o personas deliberan y planifican, independientemente del decano —aunque es conveniente que el decanato tenga delegados en el CCC— y luego presentan sus ponencias a aquel. No tienen función ejecutiva. El decano es quien decide la toma en cuenta parcial o total de esas iniciativas y su ejecución.
(III) Acciones, tareas e interrelaciones funcionales
El decano (o Consejo, en el caso de dirección pluripersonal) de las Facultades de Medicina dirige y gestiona.
Dirigir y gestionar comprende una variedad de acciones entre las que cuentan, por su importancia, las siguientes:
- Velar por que se cumplan en tiempo y forma todas las actividades (formativas, educativas, de investigación o de acción en la comunidad y otras) previstas y establecidas en el currículo.
- Informarse en forma regular del funcionamiento de toda la actividad académica.
- Generar propuestas, proyectos y convenios.
- Evaluar, impulsar, sostener y ayudar a culminar actividades de mejoramiento de la estructura y la función de la institución, siempre que sean consideradas razonablemente valiosas y necesarias. En especial, proyectos nuevos de enseñanza o investigación.
- Coordinar actividades con (y entre) los servicios de gestión académica que de él dependen.
- Relacionarse de modo estrecho y coordinado (en forma directa o mediada por organismo auxiliares de su gestión) con todos los sectores académicos y administrativos, sin perder de vista la especificidad de su función ejecutiva.
- Coordinar actividades con servicios externos asistenciales, de investigación o culturales que tengan relación con el proyecto institucional.
- Dialogar regularmente con docentes y estudiantes, atender y evaluar sus propuestas o reclamos y dar respuestas referidas a su satisfacción o su no procedencia.
- Velar por el bienestar estudiantil.
- Promover sistemas de evaluación institucionales y de todos sectores y actividades.
- Promover cambios favorables y pertinentes en diversos sectores o funciones de acuerdo al resultado de las evaluaciones o en el ámbito de nuevos desarrollos.
- Designar a todos los funcionarios académicos necesarios, que hayan cumplido con los prerrequisitos para ocupar cargos, ya sea por concurso, por méritos o por su competencia notoria.
- Designar los tribunales para concurso o para otras actividades que sean necesarias.
- Representar a la facultad en toda situación que esto sea requerido, o delegar para ello a quien corresponda.
- Elaborar el presupuesto, ya sea anual, bianual o de la forma que esté establecido para toda la institución.
Por otra parte, es imprescindible que el decano conozca muy bien (y sea base de sus acciones) toda la documentación fundamental de la institución: a) bases principios y valores, b) misión y visión, c) perfil del egresado d) currículo (contenidos, modalidades educativas y organización en sectores educativos), c) normativas y reglamentos para todas las actividades.
Todas estas acciones y funciones están al servicio de que se cumpla el currículo y sus objetivos en el marco de los valores y principios institucionales de la Universidad, lo que evidentemente requiere conocimiento, fortaleza, visión, actitudes y comportamientos determinados.
Sectores con que debe relacionarse el decano
- Autoridades superiores de la Universidad a que pertenece su Facultad, como son el rector y el Consejo Universitario (con las que colabora y a las que debe rendir cuentas periódicamente)
- Secretaría Académica
- Asesores Académicos
- Comités formales encargados de diversas funciones
- Docentes (individualmente u organizados comisión representativa)
- Estudiantes (individualmente u organizados en comisiones representativas)
- Secretaría propia
- Secretaría general
- Organismos o comités dependientes del decano
- Bedelía
- Biblioteca
- Administración
- Relaciones Públicas
- Recepción
- Intendencia
- Instituciones externas, locales o no, estrechamente vinculadas e integrantes o colaboradores de la estructura educativa: centros asistenciales médicos y otras organizaciones asistenciales.
- Comisión del residentado en nuestro país.
- Otras instituciones educativas terciarias universitarias (y según convenga a los fines primaria, secundaria, enseñanza técnica, etc.) y radicadas en la misma ciudad, región o país, ya sean gubernamentales o privados.
- Instituciones nacionales gubernamentales: Ministerios y otras autoridades, con sus subdivisiones y comisiones. Como ejemplo, en nuestro país con el Ministerio de Educación y Cultura. Esta última relación, aunque puede ser sugerida por el decanato es determinada y ejercida o autorizada por las autoridades de la Universidad.
- Instituciones internacionales: universidades y otras instituciones. También sugerida por el decanato, pero es determinada y ejercida por las autoridades de la universidad.
- Comunidad de vecinos.
Todas las interrelaciones señaladas y las funciones y procesos que derivan de cada una tienen finalidades precisas, necesitan de un trabajo intenso, complejo y multifacético y están al servicio de la puesta en práctica del currículo y de los logros que se desea obtener.
(IV) Ideas centrales para la actividad del decano
El decano debe tener algunas convicciones fuertes, fundamentadas y que se traduzcan en la práctica, referentes a:
- Objetivos básicos de la carrera: son banderas innegociables de la institución, la formación humanista, el desarrollo de la capacidad crítica y autorreflexiva, la formación técnica y científica, el trabajo en equipo y la integración con la comunidad
- Formación humana integral: la aspiración de toda institución terciaria académica debe incluir no solo formación profesional, sino el crecimiento integral de sus alumnos (y docentes) y muy especialmente el desarrollo humanista, entendiendo por tal la consideración holística del ser humano ( en especial, el paciente) el desarrollo y ejercicio vivencial de la empatía, el interrelacionamiento fructífero entre personas, la búsqueda del máximo desarrollo multidimensional posible en cada uno y el bienestar de todos.
- Modalidades de la formación /educación / aprendizaje para el logro de la competencia profesional. Es importantísima su postura fundamentada, comprensiva, abarcativa y creativa, relacionada con el cumplimiento, mantenimiento, evaluación, renovación, y actualización del proceso de formación / enseñanza/ aprendizaje. En este proceso la formación como persona integral de cada alumno y cada docente es un fin en sí mismo. Con respecto al logro de la competencia profesional tener muy presente para su logro la interrelación constante entre la teoría y la práctica, reflexionadas y compartidas. Sin esta integración el fruto obtenido será parcial o defectuoso.
- Actualización. Es muy necesaria su convicción de la necesidad de puesta al día con las corrientes educativas en el mundo actual y la evaluación y juicio de de su adecuación a nuestro medio, nuestra cultura y posibilidades
- Evaluación: Es imperioso su empeño en la evaluación de la eficiencia de los procesos y los resultados educativos y su preocupación tendiente a promover cambios que indican estos resultados.
- Participación, diálogo y comunicación: Debe ser participativo y capaz de recibir opiniones, ideas, estado de las actividades, necesidades y conformidad de los docentes y alumnos en relación a la gestión educativa. Se descuenta su disposición también imprescindible de trabajar en acuerdo con los diversos comités e intercambiar con ellos.
- Papel del conocimiento: el conocimiento en toda su amplitud es una materia constitutiva esencial de la enseñanza terciaria académica. Papel fundamental de quienes dirigen y gestionan es participar activamente en los procesos de manejo del mismo. Todo jerarca universitario debe tener un concepto acerca de su utilidad, necesidad actual, cúmulo, pérdida de vigencia, selección, distribución, comunicación, disponibilidad y creación del conocimiento. Y debe tener un juicio y evaluación de cuál es el papel que juega la institución en este campo. El corazón del los saberes de una institución de educación terciara— y en el caso que motiva este documento, de una Facultad de Medicina— está centrado por el conocimiento :1) del ser humano, la sociedad, la cultura y las ideas de su tiempo, 2) los aspectos teóricos y prácticos actuales referente a los saberes biocientíficos, clínicos y profesionales , 3) epistemológico y de los paradigmas y metodología de la ciencia ( básica y aplicada) y la evidencia y 4) relacionado con las necesidades e integración a su comunidad.
- Deuda social de las universidades: la dirección de todo organismo educativo terciario universitario y por ende todo decano debe tener conciencia clara de que es un deber y una deuda de las universidades el estar al tanto de las necesidades reales de su comunidad. Esto refiere a tipo y cantidad de profesionales que se necesitan. Por otra parte, debe estar atento a necesidades de cualquier tipo de la comunidad, pero con dos prerrequisitos: Considerar aquellas que 1) la comunidad expresamente reclama y manifiesta que necesita y realmente quiere y 2) la institución universitaria como tal pueda colaborar sin exceder la naturaleza de sus funciones y la posibilidad de sostener sus acciones
Es imprescindible gestionar una verdadera integración a la comunidad, inteligente, eficiente para ambas partes y sostenible
(V) Cambios en la dinámica constate de la institución universitaria
Los cambios reconocidos como necesidad (si esta es tal) deben ser cuidadosamente estudiados y ejecutados a nivel de currículo, programas, de asignaturas, modalidades docentes y organización de la institución y sus departamentos.
La tendencia debe ser mantener lo que está bien, completar lo que falta y corregir todas las debilidades para obtener un estatus aceptable como institución educativa terciara académica.
El mismo criterio debe guiar los cambios o innovaciones a nivel de actividades educativo-formativas, de investigación y a nivel de actividades de relación con la comunidad.
Estas renovaciones deben tener una naturaleza dinámica, pero cuya marcha no desarticule la base actual que ha hecho marchar la institución hasta ahora (para que no se detenga), sino que incorpore acciones sobre ella (reconstrucciones). Son cambios en la estructura y en la función que sirve a la educación y sus procesos. Cambios en red compleja, pero articulada, que se considere que están al servicio de los objetivos.
(VI) Atributos personales deseables en el decano
- Ser un modelo de rol que se desee imitar
- Proceder marcado por la rectitud
- Poseer empatía en la relaciones, apertura y firmeza a la vez
- Practicar altruismo y escucha
- Comprender a los estudiantes (él está para ellos)
- Proceder con sinceridad y cumplir lo pactado
- Bregar por la transparencia en los procedimientos
- Mantener buena comunicación con todos
- Proceder con firmeza en las decisiones
- Reconocer el error propio y vigilarlo en los demás, pero no herir con sus observaciones, no sancionar inútilmente o por razones personales y no ceder nunca sin una razón.
- Dar la razón al que la tiene sin medir demasiado las consecuencias.
El decano —y todo otro que dirija instituciones formativas— debe tender fuertemente hacia el ejercicio pleno de estas actitudes y comportamientos, no obstante las imperfecciones humanas. Debe favorecerlos como un ideal e impulsarlos en los demás integrantes de la casa de estudios y tratar de no abandonar nunca esta postura.
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